Sale el gracioso de estudiante y un amigo con él
AMIGO:
¿Para qué te has vestido de esta suerte,
medio estudiante y medio caminante?
POETA:
Poeta quiero ser por lo estudiante
y por lo caminante, forastero,
y con entrambas cosas hacer quiero
a toda esa famosa compañía
una burla que sea la más famosa.
AMIGO:
Mucho tu loco ingenio se confía,
que esta gente es sutil y artificiosa.
Lo más que representan so engaños
con que avisan al mundo de los daños
que vienen a los hijos por los padres,
la honrada vigilancia de las madres,
la vela de balcones y ventanas,
que muchas, por su olvido, son livianas.
Enseñan a guardarse los señores
de lisonjeros, falsos y traidores;
al marido discreto, del amigo,
y al que alguno ofendió, de su enemigo.
Finalmente, es un libro la comedia
que el pueblo tiene abierto cada día
adonde ve con gusto y alegría
los ejemplos más varios e importantes,
¿y quieres engañar representantes?
[…]
POETA:
Yo soy, auditorio ilustre,
aquel sutil estudiante
más famoso por las burlas
que por las Indias el Draque.
Hice burlas a mujeres,
a porteros de la cárcel,
escribanos, alguaciles,
moros bermejos y sastres,
y, lo que es más imposible,
a un procurador de fraile.
Solamente me faltaba
engañar representantes*
para ponerme el laurel;
que como los tales hacen
tantas y tan grandes burlas
fue la victoria tan grande
que de justicia le pido
volviendo al matalotaje
de faltriqueras y mesa,
porque no hay de aquí a Flandes
hidalgo más principal.
O juro a Dios de vengarme
con otra burla más fuerte
que les cueste hacienda y sangre.
[…]