Con Clemente he compartido casi una decena de espectáculos trabajando codo a codo. Es el compañero de viajes perfecto, el que da cuerpo a tu sueño y el que no escatima una mínima conversación para seguir sacándote algún dato más que refuerce las primeras impresiones que le dejaste sobre la mesa y que creíste suficientes... Para Clemente, nunca es suficiente.
Sus escenografía son un actor más. Respiran amor porque con amor trata el mínimo detalle de cada una de ellas.
Ocho cajas apareceran en el escenario que en momentos puntuales son capaces de abrirle completamente hasta formar un mosaico de madera.