viernes, 19 de agosto de 2011

Cuarto Ensayo. El precipicio

Terminó la primera semana de trabajo y hemos llegado con una jornada de antelación, antes de lo previsto, a una encrucijada dramatúrgica de la que sabíamos nos iba a presentar batalla.
El ensayo comienza bien temprano ya que se preveía largo e intenso... No nos equivocamos.
La luz no nos quiso acompañar en las primeras horas del ensayo como si de una premonición se tratase. Y asumiendo el rol que nos ha tocado interpretar, no dejamos que la oscuridad nos impidiera caminar.
Vencimos la falta de luz y pronto se armó la escena 4 y 5 que que manera rítmica han quedado cosidas entre sí, como si de un vestido de retales se tratase.
Después del dibujo, un par de pases para ver y recrearnos en la puesta de largo de la estructura apuntada.
De manera sorpresiva y en un alarde de juego de manos, la piedra en el camino que creíamos situada en una curva más lejana, se presenta en el primer viraje del día...Y aquí hubo que entrar en boxes.
El debate nos mete en intensas batallas de argumentaciones y trajes a medida probados para nuestro espectáculo. Nos inocula la duda sobre personajes de roles que creíamos cuasi definitorios. Nos hace despertar del pais maravilla en el que nos había sumido nuestro proceso de creación colectiva.
Y como creación colectiva, a aquellos que hemos trabajado bajo este estigma, se nos revela siempre la verdad.... "Siempre hay un agujero negro en la construcción dramática, y tarde o temprano aparecerá". Es una especie de Ley de Murphy que bebe del absurdo para concluir en procesos absolutamente orgánicos y vitales para el actor.
Pero hay que sufrirlos y amamantar esas mismas dudas para que dejen de crecer en los lodazales de la creación.
Se levantó ante nosotros, un fin de semana que creíamos placentero y reparador para lo que está por venir, convertido en un "Naranjo de Bulmes" impracticable por su cara Norte.
Sigo creyendo en que la creación toma cuerpo si es verdad. Y que la verdad en escena la construye los buenos actores. Si esta ecuación se cumple, la solución está tocando a la puerta. Sólo tengo que cerrar los ojos y dejarme guiar de los mejores sherpas que podría tener como director, mis actores....


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