7 ensayos antes del Estreno.

El día se presenta duro. Comenzamos una hora antes para trabajar con algún actor que me ha pedido limar y pulir su personaje. Estas son cosas de agradecer, que un actor haga una implicación que va más allá de lo estrictamente necesario.

Van llegando los demás y de manera casi natural vamos entrando en una italiana que nos sitúan en el punto débil, a día de hoy que tiene el espectáculo, el final. Y es débil única y exclusivamente, porque aún hay algunas dudas con el texto.
Seguimos y acabamos de montar la escena final. Acentuamos el tinte dramático con el bordeo sistemático y con las propias claves de la comedia. Falta que avance y corra el espectáculo, pero tiene buena pinta, lo sé. Se huele...
Después hemos vuelto a pasar las escenas desde la 5 hasta la 8, es decir el final. Como si de un fontanero se tratase, Víctor me acerca alguna que otra pieza que puede mejorar la fluidez entre las cañerías de nuevo edificio.
Fluimos mejor en la escena de Política, infinitamente mejor. Del mismo modo que la escena de Religión y la que hemos dado por denominar Lola Lunares, van en volandas.

La escena del ataúd conforma una imagen muy bella. Los sepultureros de Hamlet nos acercan su diatriba sobre la profesión de Adán, a modo de solemne funeral americano.

Sinceramente no sé si Shakespeare pensó alguna vez que sus textos tendrían el reverso que se muestra, pero nos provoca eso y más.
Llegamos a las siete de la tarde, la hora casi oficial de los pases sin cortes. Como siempre en todo este proceso, Clemente García nos acompaña para ayudarnos a transitar en/sobre/entre/ sus cajas mágicas. Todo huele a podrido en Dinamarca.....