domingo, 18 de septiembre de 2011

Actores: Adán Hernández

Pocos actores acomodan los textos como Adán. Las palabras llegan a su boca y allí anidan sin el temor a ser sobresaltadas por uno de los tantos los violadores de versos que pueblan la escena de este país.
Dicen que los mejores perfumes, vienen en frascos pequeños. Lo que sucede es que también y además, es de esos actores de los que nunca sabes si son pequeños de estatura y o por el contrario son más una visión fantasmagórica. Por momentos crece hasta dimensionarse como cualquiera de los grandes personajes de la trilogía sangrienta de Shakespeare.
Le vi por primera vez en el parque de San Telmo acunando a un público escaso en un infame escenario al aire libre. Andaba por aquellas, con un experimento maravillosos que se llamaba Cuarteto Catón.
Adán saca a su Ñaque a pasear cuando el quiere. Probablemente es el actor que más domesticado tenga a su personaje. Y para llegar a ese punto, ha sido absolutamente pragmático y operativo en todo momento, dejando a un lado las pajas mentales innecesarias, muy frecuentes por otra parte a este lado del rio.
Es una actor que tiene muy claro las prioridades de cada momento y trata de aplicar cada solución a cada momento.
Nunca será un actor inocente y ningún tribunal le dará absolución alguna si esgrime argumentos insulsos como "no te entendí". Si algo no marchara como un director quiere, no es justamente porque no haya entendido que quiere, sino porque no acaba de verlo.
Por otra parte también sabe ir hasta el final si alguien en quien confía se lo pide. No dudará en volar hacia la nada si las huestes le reclaman.
En algún proceso de mi vida, un grupo chileno que se llamaba La Troppa, marcó el devenir de mi futuro teatro e hizo que me definiera sobre que tipo de actor me gustaría ser o cual me gustaría ver en un escenario. Adán es el actor más parecido a ello que he visto en los últimos tiempos.
Llegó a este proyecto con la inocencia medida y con los argumentos más sencillos que alguien puede esgrimir para convercer a un director: "Este soy. Nada mas".
De todos los actores de este montaje, tengo la sensación de que es el más vanguardista en ideas. Y quizás con él, si tiene sentido las palabras de Antonio Abdó en el Off final: "Los bufones de la corte siempre volarán más alto". Por otro lado, también es un texto que puso de su cosecha en el espectáculo.
No sabe disimular su falta de querencia y no falsea amores a que o quien no considera. También es una suerte esto último, porque un actor nunca es sinónimo de mentiroso.
Es un Ñaque, pero también tiene algo en su interior de Bululú que le hace apartarse de los estériles debates.
Siempre le he sentido cercano y cariñoso. Me abrío en canal a Ñaque para regalármelo y se lo agradeceré eternamente.
Sabe perfectamente que en esta profesión, que cuanto más cargadas tengas tus alforjas de vivencias, personajes y ropajes, aunque sean robados, más seguro y cómodo se camina al infinito....

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